viernes, 17 de febrero de 2012

Inercia

Ayer soñé que me querías. Mi pobre corazón despertó extrañando los besos que nunca me has dado y las caricias que siempre  faltarán sobre mi cuerpo. Le he dicho a mi inconsciente que odio los sueños con inercia, pero ese es otro cabrón que no me hace caso.



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